Todas las especies tienen el derecho de tener un hogar y de ser queridas por personas que REALMENTE las va a cuidar.
Cuando tienes tu primera mascota, un gato juguetón, un perro fiel o un loro muy hablador, se convierte en tu mejor compañero de juegos, de estudio y de toda la vida.
Todos los días te diviertes con él, saliendo de paseo, jugando al futbol o viendo una peli de terror.
Ambos sois felices de poder estar juntos y de cuidaros mutuamente.
Pero pasa el tiempo y los dos os hacéis mayores. Cuando llega el día de la despedida, te sientes vacío por dentro y no quieres hacer nada más que recordar los buenos y malos momentos que compartiste con tu compañero de toda la vida.
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