Christine se encontraba caminando de regreso a casa junto a su perra Lilly cuando de pronto sufrió un colapso y se desplomó sobre las vías del tren cuando un convoy se aproximaba a gran velocidad. Lilly agarró a su dueña de la ropa y la arrastró fuera de las vías para ponerla a salvo.
Debido a la gran velocidad que llevaba el tren, le fue imposible parar y la pequeña pitbull fue golpeada unos segundos después de salvar a su ama.
Ahora Lilly camina sobre tres patas, ya que no pudieron salvarle la que fue golpeada y ha demostrado que la raza pitbull no es tan mala como dicen.
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